Estos días está todo naciendo. No se ha detenido el tiempo, ni han cambiado los ciclos. Aquí siempre es todo un poco más tarde por el frío y la altura, pero la naturaleza no ha entrado en cuarentena, y menos mal.
Por primera vez en mucho tiempo, seguimos un ritmos que nos permite ver emerger las semillas día a día, observar el abrir de las flores momento a momento y sentir los aromas y los sonidos de cada instante. No es el mejor momento para nadie, pero seguramente tampoco el peor para la mayoría, así que aprovechemos lo bueno de cada momento y preparémonos para las cosas peores que nos puedan sobrevenir.